Temporeros y Temporeras del Norte Chico
El Caso de Chañaral Alto.
Grupo de Investigación
G.I.R.O *
El grupo Giro ha querido hacerse parte del rescate de los nuevos actores sociales, con el fin de promover la idea dentro de la sociedad, de que el sistema educacional por años a difundido una propuesta de historia “escolarizante”, basada en los lineamientos decimonónicos, elitistas, aristocratizante, clasistas y racistas.
Es necesario, como diría Gabriel Salazar[1], hacer historia desde los circuitos sociales populares; rescatar su memoria, no olvidarla, para así comenzar a construir o reconstruir nuestra memoria y lograr algún día cambiar el sentido de mundo imperante y así interpelar el cómo actuar de los individuos en la sociedad.
El fracaso de los actores sociales fue el fracaso de un proyecto de desarrollo que, amparado en pactos entre clases sociales y dentro de una matriz sociopolítica marcada por rasgos de exclusión y marginación de acuerdo con los argumento de Manuel Antonio Garretón, se vuelve a observar hoy en día[2]. Desde esta óptica, creemos que desde hoy hay que comenzar a sentar las bases para un cambio efectivo, pero entendemos que esto obedece a un afán que apunta a las estructuras neoliberales que rigen los destinos de nuestra sociedad. Si no lo comenzamos hacer hoy, tal vez mañana sea demasiado tarde. El deterioro medioambiental y la sobre explotación de los recursos naturales en Chile y todo el mundo, marcan un futuro incierto.
Ahora bien, ¿De dónde surge el interés por estos actores sociales?
Hemos tenido cercanas relaciones de convivencia laboral con los temporeros y temporeras de la zona del Norte Chico, porque también a nosotros, en la sequedad y calor abrazador de los valles transversales, nos ha tocado serlo. Por lo mismo hemos conocido y comprendido sus lógicas de vida, de las que hemos obtenido aprendizajes y valores como la solidaridad y la lucha por la justicia y la no explotación.
Los temporeros y temporeras son los peones y gañanes del nuevo siglo. Sujetos que se han formado dentro de un sistema injusto, explotador, que ha condicionado sus vidas dentro del núcleo familiar pasando por sus relaciones sociales, políticas y culturales.
Estos trabajadores y trabajadoras, son como en siglos anteriores, herederos del sistema hacendal, re-articulado y maquillado por el neoliberalismo, sin suprimir su característica principal: la precarización laboral, que los sume en la más grande indefensión frente a los embates de la vida. El diputado Antonio Leal sostiene que los temporeros y temporeras "Trabajan en muy malas condiciones, se han intoxicado por la comida que les sirven en los casino, duermen hacinados, sin duchas... tienen razón en protestar porque no se han resuelto problemas básicos, pese a las grandes cifras de sector exportador agrícola"[3].
Hay muchos rasgos rescatables dentro de la dinámica de vida de estos actores sociales. Podemos expresar en estas líneas al menos uno de ellos, que creemos es un rasgo primordial. La solidaridad y sentido colaborativo ligado a sus existencias, ya que ni el Estado ni los empresarios han asumido dicho rol. O si lo asumen, es en escala mínima. Según palabras de Olga Gutiérrez, presidenta de la Organización Sindical Obrero Campesina, al diario La Nación "uno de los principales problemas de los temporeros es la desaparición de sus contratistas”[4]. La incertidumbre y precariedad del trabajo se hace carme y pérdida de la dignidad de quienes son parte de este grupo.
El Estado en esta problemática, la cual se nos muestra en tiempos de verano y otoño, cuando las cosechas comienzan en los campos, se muestra pasivo y complaciente, apoyando por sobre todo a los empresarios y disimulando un rol interventor en la dinámica empresario-trabajador.
Lo vemos o nos enteramos en los meses de verano en la vida de los temporeros o temporeras; debemos entender que estos trabajadores y trabajadoras todo el año laboral en lo mismo, con excepción de meses intermedio, en los cuales solo deben esperar que los fundos abran sus puertas. En invierno migran hacia otros lugares donde otro tipo de cultivo se cosecha, pero que menos remuneración otorga. En primavera vuelven a los trabajos previos a las cosechas estivales. En esta fecha es donde el trabajo se torna extenuante. Son explotados, soportan largas jornadas de trabajo, porque saben que es el verano el tiempo que les puede dar lo necesario para enfrentar lo que viene del año.
Estos nuevos actores sociales merecen tomar parte de la memoria de nuestro país. Sujetos de esfuerzo y valentía, que día a día se enfrentan a la vida dentro de un sistema que les quita protagonismo y voz: literalmente los acalla y les niega su historicidad.
La Serena, región de Coquimbo, Junio 2009.
* Estudiantes de Historia y Geografía. Universidad Pedro de Valdivia. La Serena, región de Coquimbo.
[1] Ver Salazar, Gabriel. Labradores, Peones y Proletarios. Formación y crisis de la sociedad popular chilena del siglo XIX. LOM Ediciones, Santiago. Mayo 2000.
[2] Ver Garretón, M. A. Del postpinochetismo a la sociedad democrática. Editorial debate. Santiago. 2007.
[3] Diario La Nación. 26.01.08.
[4] Ibíd.
Todo lo sólido se desvanece en la calle
Hace 13 años
5 comentarios:
que bien
Me parece...
Sujetos historicos.
actores socieales
Exelente trabajo compañero Castillo, usted tiene profundas priyecciones de los estudios Sociales...cada día atesore mas esfuezo... eso le ayudará.
AJAM.-
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