lunes, 17 de diciembre de 2007

Ensayo Histórico





Te afrentas, te afrentas, alma mía! Y ya no tendrás ocasión de honrarte.
¡Breve es la vida para cada uno! Tú, prácticamente, la has consumido
sin respetar el alma que te pertenece, y, sin embargo, haces depender
tu buena fortuna del alma de otros.


Marco Aurelio, meditaciones, libro II.



La cruda realidad de los estratos populares en México y, su afán por conseguir mayor igualdad y bienestar social

X ABNER ADAROS M*

Este ensayo tiene por objetivo explicar a modo de referencia el estallido de la revolución Mexicana de 1910, producto de la arbitraria y subjetiva administración del gobierno de don Porfirio Díaz Mori.

¿Qué factores permitieron desencadenar un alzamiento masivo de los grupos populares en Contra del sistema dirigente oligárquico y que a la postre va a significar la caída del Porfiriato de México?

La permanencia durante mas de cuatro décadas en el poder, sumado al modo despótico de gobernar, la estatización y confiscación de tierras pertenecientes al bajo estrato social, seguido de la desigualdad económica entre las diferentes matices sociales, unida a la entrada de mercados Estadounidenses ante la explotación de yacimientos petroleros Mexicanos.

Cuando don Porfirio Díaz decidió quedarse en el poder sería por un largo lapso de tiempo, pero, no sería hasta 1910, año en que los grupos medio – bajos socialmente hablando decidieron deponerlo del poder mediante un alzamiento por medio de las armas, hecho, que ha sido denominado como revolución Mexicana de 1910. Hubo de parte del protagonista grandes contradicciones que poco a poco irían generando el descontento general, tanto en las clases sociales de mediana importancia como en aquellas que respondían a las más paupérrimas condiciones de vida (campesinos, pequeños mineros, agricultores y por supuesto los grupos indígenas).

Era evidente que el gobierno de Porfirio Díaz respondía lentamente durante las postrimerías del siglo XIX a una dictadura, sellándose en una tiranía de gran magnitud y del uso de la fuerza y la violencia despótica del mandatario. Sin embargo el hombre es claramente de línea conservadora e impone el lema del progreso económico y político, carácter propio del liberalismo y el positivismo, escuelas historiográficas decimonónicas que tienen su origen en la Europa del siglo XIX, sin embargo el positivismo va a generar un gran impacto político y, socioeconómico en América latina.

Progreso y bienestar en cuanto al objetivo tal del estado positivo o positivismo, término acuñado por August Comte, máximo exponente de ésta escuela. No obstante, el “progreso” es solamente para la oligarquía Mexicana. Tulio Halperin en “Historia Contemporánea de América Latina” plantea lo siguiente: Pero su conservadurismo no es sino la otra cosa de su progresismo: el avance de los ferrocarriles y cultivos va acompañado de otro mas rápido, el de la gran propiedad y viejos y nuevos terratenientes, que avanza sobre tierras de comunidades indígenas y campos despoblados y es beneficiaria principal del sometimiento del territorio antes en manos de indios de guerra[1].

Antes de que la chispa encendiera la mecha que detonaría el estallido de la revolución en contra del poder oligárquico, los manifestantes que reclamaban y exigían mayor igualdad eran reducidos tenazmente por la policía y, el gobierno de Díaz, autoritario, conservador pero, sobre todo con mano de hierro demandaba sin mayor rodeo a sobreponerse a las rebeliones utilizando las fuerzas con que éste contaba, dando paso a escarmientos y vejámenes que irían colmando la ira y el furor de los manifestantes.


Torcuato Ditella en su obra: “Partidos Políticos Latinoamericanos” plantea: (…) en 1907 y 1908, se sumó la agitación laboral en los centros textiles del estado de Veracruz, enclavados en la pequeña localidad de Orizaba, dando lugar a una famosa huelga en la fábrica de Río Blanco, severamente reprimida[2].

Por otra parte está el tema de usurpación de propiedad ilegítima de tierras pertenecientes a campesinos del sector sur de México. Porfirio Díaz mediante la utilización de la violencia y el modo déspota de gobernar comenzó lentamente a hacerse con el control de las tierras que evidentemente no les pertenecía. Es aquí donde aparece la figura de Francisco Ignacio Madero un hacendado del norte que aprovecha ésta oportunidad para levantarse con miras a obtener el poder, acto que es reprimido por Porfirio Díaz instantáneamente. No obstante Francisco Madero va a insistir y poco a poco va a ir ganando popularidad ante las exigencias de éste con respecto a la no estatización de las tierras del grupo campesino que han sido ocupadas y aglutinadas al poderío oligárquico a la cabeza de Díaz. No empero la devolución completa de tierras no se va a cumplir y el grupo del campesinado deberá esperar. Halperin plantea que: (…) en el plan de San Luis de Potosí, que lanza la revolución Maderista, se reclama el retorno de las tierras de las que los campesinos han sido ilegalmente despojados. Se trata aún de una reivindicación muy limitada, ya que propone rectificar abusos antes que modificar las bases jurídicas del régimen de la tierra[3].

Se ha hablado bastante acerca de la calidad de vida de los estratos sociales bajos en Latinoamérica, pues bien, es así y el caso Mexicano no es la excepción. Por supuesto que las crisis económicas que se originarían a raíz de las constantes guerras territoriales contra los Estados Unidos de Norteamérica irían incidiendo a futuro de manera crítica. Si de partida se evidenciaban enormes brechas económicas entre la mayoría con respecto a los mas pocos, vale decir el bajo pueblo a diferencia de la oligarquía; era fundamentalmente un problema originado por la pérdida y la estatización de tierras. Marcello Carmagnani plantea lo siguiente: Así, en México, el 1 por 100 de la población posee, en 1910, el 85 por 100 de las tierras cultivables[4].

Antes de que Porfirio Díaz asumiera el mando, el capital Ingles y norteamericano habían sentado bases económicas tremendamente sustentables que con plena libertad explotaban los recursos naturales en su mayoría mineros. Aquí es necesario detenerse un momento y examinar el tema de la explotación Estadounidense de petróleo crudo, recurso legítimamente Mexicano que fue entregado por don Porfirio Díaz. En relación a esto Tulio Halperin postula lo siguiente: (…) Wilson buscó sin éxito apoyo a sus planes en la ascendente revolución constitucionalista; finalmente, a partir de algunos incidentes entre fuerzas Huertistas y otras norteamericanas que guardaban el área petrolífera de Tampico, dispuso a comienzos de 1914 la ocupación de Veracruz[5].

Para finalizar quisiera refutar a modo categórico mi hipótesis planteada al comienzo de éste ensayo, de manera que queda evidenciado que el descontento popular que desembocó irremediablemente en una revolución fue en gran parte promovida por el caudillismo que se fue gestando a medida qua avanzaba dicho proceso, y es a raíz de eso que el pueblo fue tomando fuerza de la mano de caudillos como Francisco (Pancho) Villa, Emiliano Zapata, Victoriano Huerta, Gral. Félix Díaz, entre otros. El caso es, fundamentalmente, que la revolución fue promovida en su mayoría por el grupo dirigente oligárquico, de ahí que debe sustentarse la idea central del tema, de que los grupos populares fueron meramente marionetas, que se encontraron todo el tiempo a la merced de lo que disponían la oligarquía y los capitales extranjeros (Estadounidenses e Ingleses); no obstante no debe subestimarse bajo ninguna circunstancia el aporte entregado por el pueblo durante el desarrollo de la revolución Mexicana, puesto que los grupos populares eran los que constituían el grueso de la revolución.

Así de ésta manera, el estallido revolucionario va a conllevar serias repercusiones en toda Latinoamérica, suceso por el cual los grupos oligárquicos van a comenzar a ceder terreno y ser presas de insurgencias ante la presión de los grupos populares. Finalmente la revolución Mexicana será el icono de las próximas cuarteladas que irán surgiendo ante el avance de los grupos obreros y proletariados que pondrán término al bastión predominante.



























Nombre: Abner Adaros M.
Profesor: Pedro Canales T.
Cátedra: Historia de América y Chile Contemporáneos.
Carrera: Pedagogía en Historia y Geografía.
* Estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía Universidad Pedro de Valdivia
[1] Halperin, Tulio. “Historia Contemporánea de América Latina”. Edit. Universitaria. Stgo.2004
[2] Ditella, Torcuato. “Partidos Políticos Latinoamericanos”. Edit. FCE. México.2003.
[3] Halperin, Tulio. “Historia Contemporánea de América Latina”. Edit. Universitaria. Stgo. 2004
[4] Carmagnani, Marcello. “Estado Y Sociedad en América Latina”. Edit. Crítica. Barcelona, España. 1984
[5] Halperin, Tulio. “Historia Contemporánea de América Latina”. Edit. Universitaria. Stgo. 2004

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy Bien...

me alegro que el Blog se renueve...yo escribiré algo acerca del IIº Encuentro de Historiadores de iquique para que publiquen...

espero que el GIRO siga avanzando..

atte

Profesor Canales

Anónimo dijo...

Don Abner:

Mejnoró su trabajo...eso está bien...creo que pudo haber ingresado más bibliograFÍA...pero igual, bien...


atte

Profesor Canales

G.I.R.O dijo...

bien abner, parece que eres el mas activo en este blog que es de GIRO... los demas donde estan?..AH?

Anónimo dijo...

No maes se ve que si sabes eh mano, jajajajaja era sarcasmo, la letra I en Fransisco I Madero, no es de Ignacio, es de Indalecio, no creas q era I no mas de gusto, era xq era horrible el nombre.

Viry Gómez dijo...

mtra. judith

no me había dado cuenta de lo útil que es el blog como herramienta en el ámbito educativo y precisamente en este momento, lo usamos en el curso estatal de metodologías para el aprendizaje de la historia!!

saludos y me pareció interesante el ensayo...está dentro de la bibliografía que utilizamos para el curso!!