sábado, 29 de septiembre de 2007

PARA RECORDAR...




"Carta enviada a El Mercurio por un grupo de historiadores a propósito de los textos escolares que abordan la historia reciente de Chile"

Santiago, 18 de mayo del 2000

Señor Director:

Los profesores universitarios abajo firmantes nos hemos interesado por el problema suscitado con el libro Comprensión de la sociedad, auspiciado por el Ministerio de Educación, para los alumnos de Sexto Año Básico. Libro que ha sido objeto de fuertes críticas por algunos personeros de derecha, aparecidas en el diario de su dirección, porque, según ellos, tergiversaría la verdad histórica de lo ocurrido en Chile durante los últimos treinta años.
Somos de opinión que la actitud que mueve a estos personeros, no es defender la verdad histórica, sino la "interpretación" que durante los años del gobierno militar -al que apoyaron- se dio de lo acontecido en el período. Pretenden que éste quede en la memoria de los chilenos sólo como una instancia salvadora del país; imagen que se ha visto muy deteriorada en el presente. Es sabido que la palabra de los historiadores es muy importante en las pugnas políticas, sobre todo si dicha visión profesional se expresa en los textos escolares. La Derecha lo tiene muy claro, lo que explica su airada reacción.
Por nuestra parte, pensamos que el texto mencionado, si bien contiene algunas afirmaciones que podrían ser consideradas errores menores o de detalle (como decir que la mayoría obtenida por el Presidente Frei Montalva en su elección el año 1964 fue la más alta de la historia de Chile hasta entonces) es una equilibrada versión de los sucedido en Chile contemporáneo, apta para ser entregada en Sexto Año Básico. Esto es más evidente aún si se le compara con lo que eran la mayor parte de los textos escolares durante la época del gobierno militar, los que sí contenían una visión muy sesgada de la historia reciente de Chile.
Apoyamos pues a las autoras del texto, el que fue seleccionado por el Ministerio de Educación en licitación pública y elaborado por Editorial Don Bosco S.A. (Salesiana) y rechazamos la impugnación de que es objeto por parte de personeros de derecha, con el objetivo de imponer su visión de lo que fue el pasado inmediato de Chile. A lo que sí tienen derecho éstos es a elaborar un texto escolar con su interpretación de la historia de Chile reciente y presentarla a licitación del Ministerio de Educación o bien, simplemente, editarla privadamente. Pero no a intentar vetar una visión que no les agrada y que se editó y publicó conforme a las reglas de un concurso público.


José Albucco Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Jaime Blume Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Alejandra Brito Universidad de Concepción
Patricio Cisternas Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
María José Cot Pontificia Universidad Católica de Chile
Nicolás Cruz Pontificia Universidad Católica de Chile
Armando de Ramón Premio Nacional de Historia Pontificia Universidad Católica de Chile
Ema de Ramón Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
José de la Fuente Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Baldomero Estrada Universidad Católica de Valparaíso
José Luis Fernández Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Cristián Gazmuri Pontificia Universidad Católica de Chile
Sergio González Universidad Arturo Prat
Sergio Grez Universidad de Chile
Patricio Herrera Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Leonardo León Universidad de Valparaíso
José Luis Martínez Universidad Académia de Humanismo Cristiano
Luis Carlos Parentini Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Javier Pinedo Universidad de Talca
Julio Pinto Universidad de Santiago
Santiago Querr Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Alfredo Riquelme Pontificia Universidad Católica de Chile
Claudio Rolle Pontificia Universidad Católica de Chile
Hugo Rosati Pontificia Universidad Católica de Chile
Rafael Sagredo Pontificia Universidad Católica de Chile
Gabriel Salazar Universidad de Chile
Matías Tagle Pontificia Universidad Católica de Chile
Isabel Torres Universidad de Chile
Jorge Urquhart Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
Jaime Valenzuela Pontificia Universidad Católica de Chile

En: http://www.puc.cl/historia/cinfo/Articulos/carta.htm

jueves, 6 de septiembre de 2007

XII jornada de Historia “Dr. Luís Carreño Silva”


“Una experiencia inconmensurable”

La Universidad de playa Ancha es el centro de una de las Jornadas Históricas más importantes a nivel nacional, Las Jornadas de Historia “Dr. Luís Carreño Silva”. Este encuentro académico agrupa a los más connotados Historiadores y Activistas Sociales del país. Este año no fue la excepción, y tanto profesores como alumnos tuvimos el privilegio de apreciar la calidad de distinguidos Historiadores nacionales e internacionales, como: Sergio Gonzáles M., Sergio Grez, Pablo Artaza, Jorge Rivas, Igor Goicovic, Pedro Canales, Julio Pinto, Gabriel Salazar, Javier Puente, Mario Garcés, José Ragas, Julio Chueco, Miguel Llanca, Jaime Yovanovic. Todos con una mirada critica a la matanza en la Escuela Santa Maria y a la sociedad actual.

Como alumnos y futuros profesores de Historia, agradecemos haber tenido la maravillosa oportunidad de haber concurrido a este encuentro de “inconmensurable enriquecimiento intelectual”[1], de haber podido tener la oportunidad de abrir nuestras mentes a una Historia critica, social, reflexiva, de haber podido crear nexos académicos con estudiantes de Valparaíso, de haber podido recoger experiencias y consejos de estudiante con mas experiencia, de haber llegado a conocernos mejor y habernos unidos cada vez mas como compañeros de carrera, también de haber logrado sobrellevar problemas que nos afectaron, tanto en Valparaíso como en La Serena, pero sin duda todas estas experiencias permitirán que nuestro crecimiento profesional sea cada vez mayor.

Agradecer a nuestro profesor Pedro Canales, quien nos dio la oportunidad de asistir a este congreso, quien nos apoyo en todo lo necesario, y quien nos abrió la mente a conocer una nueva Historia que muchos desconocíamos. También agradecer al estudiante Víctor quien nos guió y alojo en Valparaíso sin inconveniente alguno. Y a todo quien logro que esta rica experiencia de formación profesional, fuera posible.


Agradecidos todos los alumnos del VI nivel Pedagogía en Historia y Geografía.

Universidad Pedro de Valdivia, La Serena.


Para más información respecto a las Jornadas de Historia Dr. Luís Carreño Silva http://www.upla.cl/







[1] Comisión Organizadora, XII Jornadas de Historia Dr. Luís Carreño Silva, 2007, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso Chile

lunes, 3 de septiembre de 2007

A la sombra de las potencias




Por Víctor Manzano


El otro día discutíamos con unos compañeros sobre los resultados de la guerra fría en el mundo, todo esto a consecuencia de un debate que tuvimos en la clase de “historia del siglo XX”, una compañera y yo defendíamos la postura socialista mientras otros dos la capitalista.


Ellos nos criticaban la opresión que ejercían los soviéticos a las naciones satélites bajo su dominio (Alemania oriental, Checoslovaquia, Hungría, etc.), nosotros en tanto mencionábamos que los estadounidenses, al mismo tiempo que intentaban “proteger” a estas naciones de la “amenaza socialista” terminaron oprimiendo a muchos otros países y a su gente, como es el caso de Honduras, Chile, etc.


El problema no radicaba en quien oprimía, mas, o menos a una nación u otra, ni quien mataba mas o menos gente de determinado país, sino, por que nosotros, como chilenos, deberíamos defender a una postura u otra, siendo que ambas causaron una inestabilidad en nuestra nación, durante el régimen militar y del cual aun hoy en día, arrastramos consecuencias desastrosas.


Chile fue uno mas de los tantos países que cometió el error de convertirse en una pieza mas de este tablero de ajedrez de ambas potencias, la unión soviética, por un lado buscaba imponer su sistema comunista a como diera lugar y obviamente ese sistema opresor era su manera de hacerlo, un sistema autoritario y fuerte, el mismo que dio resultados en su país, hasta que finalmente decayó. Mientras que EE.UU. ocultaba sus verdaderas intenciones sobre el país que se le antojaba y ofrecía ayuda, pero a cambio de algo (obviamente), una frase que refleja a cabalidad esta actitud es la dicha por el entonces presidente estadounidense Harry Trumman cuando solicito al congreso su apoyo para aprobar el presupuesto de ayuda económica a países amenazados por lo que ellos mismos llamaron “el imperio del mal”:


“(…) A mi juicio, la política de los EE.UU. debe consistir en apoyar a los pueblos libres que hoy se resisten a ser subyugados por minorías armadas o por las presiones del exterior”[1]


Paradójico resulto el hecho de que esas mismas presiones del exterior fueran hechas por ellos mismos, a muchos países en los cuales tenían intereses económicos o estratégicos. El senador Arthur Vanderberg dejo muy claro al presidente Trumman, la postura que USA. Debía tener al respecto, diciéndole que “una nueva política intervencionista solo seria posible si el estaba dispuesto a aterrorizar al máximo a su propio país”, y vaya que lo hizo.[2]


El juego de las dos grandes potencias por lograr el control, se extendió cual plaga, por Europa, Asia, Medio Oriente hasta llegar finalmente a América.


Su sucesor Dwight Eisenhower prosiguió con esta política alarmista y en su primer discurso como presidente dijo:


“(…) las fuerzas del bien y el mal convocan grandes masas, se arman y se combaten como pocas veces se había visto en la historia. La libertad lucha contra la esclavitud, y la luz contra la oscuridad” [3]


¿Libertad contra la esclavitud? ¿Libertad de la que aun no sabían los negros en el mismísimo corazón de EE.UU.? “(…) en el sur de Estados Unidos, los negros gozaban de pocos derechos civiles, y casi siempre de ninguno. A pesar de que más de un millón de soldados negros combatieron en la segunda guerra mundial, ninguno de los que venían del sur tenía derecho a voto. Los negros que intentaban obtener su registro de votante se arriesgaban a ser golpeados, a perder el empleo, a que se cancelaran sus créditos o a ser desalojados de sus tierras. Aun se perpetraban linchamientos y las leyes discriminatorias imponían la segregación racial en los tranvías, ferrocarriles, hoteles, restaurantes, hospitales, centros de recreo y hasta en el empleo”[4]


Todos en general, hemos sido victimas de las políticas imperialistas, ya sea un opositor al régimen soviético que intento en su momento cruzar el muro de Berlín hacia el lado occidental siendo abatido por disparos de los guardias del régimen socialista, o un comunista que lucho por sus derechos aquí en Chile y termino siendo torturado y asesinado por un dictador apoyado por intereses estadounidenses.


Ya sea a manos soviéticas o estadounidenses, los americanos, asiáticos, orientales y europeos, nos dejamos manipular por fuerzas omnipresentes, que sabían muy bien lo que hacían y lo que necesitaban, sin importarles el precio a pagar por esas pequeñas naciones. El autor Eduardo Galeano deja muy en claro la situación de América Latina y su relación con los imperialismos:


(…) Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos.[5]





[1] Reseña de la historia de los Estados Unidos, servicio cultural e informativo de los Estados Unidos de América, “La contención”, Pág. 284.

[2] La doctrina Trumman consiguió del senado estadounidense un apoyo de 400 millones de dólares, a fin de ayudar a naciones en peligro de ser afectadas por el comunismo, dos de los primeros países ayudados por esta doctrina fueron Grecia y Turquía.

[3] Reseña de la historia de los Estados Unidos, servicio cultural e informativo de los Estados Unidos de América, “Eisenhower y la guerra fria”, pag. 289.
[4] Reseña de la historia de los Estados Unidos, servicio cultural e informativo de los Estados Unidos de América, “Origen del movimiento de los derechos civiles”, Pág. 298.[5] “La venas abiertas de América Latina”, Eduardo Galeano, editorial Pehuen, año 1971, “ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta, Pág. 16.





Autor: Victor Manzano
Alumno de Pedagogía en Historia y Geografía

domingo, 2 de septiembre de 2007

La ratificación del convenio 169 de la OIT; ¿Hasta cuando debe esperar?


Uno de las demandas mas sentidas de los pueblos indígenas en Chile y postergadas hasta la fecha, ha sido la ratificación del convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y tribales en Países independientes. Dicho convenio es el único instrumento internacional íntegramente referido a los pueblos indígenas. En sus disposiciones reconoce a estos pueblos indígenas importantes derechos políticos, económicos, sociales, culturales y territoriales. En el ámbito político, reconoce a los pueblos indígenas como tales (art. 1.1.) así como un conjunto de derechos de participaciones la definición de sus propios asuntos, y autogobierno dentro de los Estados; reconoce derechos de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan (art. 14.1); introduce el concepto de territorio indígena; concepto que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que estos pueblos “ocupan o utilizando alguna manera” (art. 13.2); se reconocen derechos de estos pueblos sobre los recursos naturales, incluyendo su participación en “la utilización, administración y conservación de dichos recursos” (art.15.1), así como el derecho a no ser trasladados de ellos sin su consentimiento (art.16.1).

En materia de derechos culturales, finalmente, establece entre otros, el derecho de estos pueblos a la participación y/o control sobre los programas educativos (art. 27.2) y el derecho a crear sus propias instituciones o medios de educación (art.27.3).

A la fecha, este convenio ha sido ratificado por 17 estados, 12 de ellos en Latinoamérica. El mismo ha contribuido a los procesos de reconocimiento legal y constitucional de los derechos de estos pueblos, que se han verificado en la mayoría de los países de la región, también ha servido de base para el logro de acuerdos entre pueblos indígenas y estados y sus disposiciones han fundamentado decisiones de los tribunales de justicia de diversos países.

En Chile el convenio fue enviado al parlamento para su ratificación en 1991, hace ya más de 15 años. El convenio fue aprobado por la Cámara de Diputados el año 2000. A pesar de ser impugnado por parlamentarios de derecha ante el Tribunal Constitucional, este tribunal declaró que sus disposiciones se ajustaban a la Constitución Política del Estado. Sin embargo, estableció que su aprobación por el senado debía darse por un quórum calificado de 4/7 de votos favorables, quórum establecido para las leyes orgánicas constitucionales.

Ello significa, con la composición actual del Senado. Que se requiere un total de 22 votos favorables para su aprobación. Dado que la concertación sólo cuenta con 20 senadores, la aprobación del convenio requerirá del concurso de los senadores de oposición, esto es de todos los sectores políticos representados en el congreso.

Bachelet comprometió el 21 de mayo el otorgamiento de urgencia para su tramitación por el senado. La urgencia simple, que da al senado 30 días para su tramitación, le fue otorgada por el ejecutivo a comienzo de junio pasado. Dicha urgencia, sin embargo, ha debido ser respuesta en dos ocasiones, la última vez a comienzos de agosto, ya que la tramitación del convenio no ha sido abordada por el Senado.

Esta en manos de los senadores, más allá de sus afiliaciones políticas, hacer posible la ratificación del convenio, permitiendo con ello que Chile pueda superar el evidente, rezago que ha provocado la preocupación de la comunidad internacional, y que ha sido determinantes en los conflictos etno-territoriales que han tenido lugar en el país en la última década.

El voto favorable del Senado al convenio 169 de la OIT, junto con otorgar- en razón del articulo 5to inciso segundo de la Constitución Política- una jerarquía constitucional a los derechos de los pueblos indígenas, obligando por ello a todos, los poderes del Estado a su respeto y protección, deberían ser interpretado como una señal potente de la clase política en el sentido de que Chile, al cumplir dos siglos desde su fundación como estado, se reconoce a si mismo como una sociedad étnica y culturalmente plural, desterrando así para siempre la ficción del “estado-nación” que tanto daño ha causado a esta parte negada de la población y que nos ha empobrecido como sociedad.



José Alwin
Co director Observatorio de Derechos de Pueblos indígenas

Fuente: Periódico “El ciudadano”, año 3 nº 8, Pág. 07.
Valparaíso 2007